jueves, 15 de febrero de 2007

Hace poco acosté a O., no durmió nada en todo el día, como era de esperarse comió rápidamente y cayó en su cuna toda desmadejada. Yo haré lo mismo pronto...

Hoy vino de visita mi amiga R., su embarazo de 38 semanas (O. tiene apenas 4 meses de edad) me pone en la posición de experta sobre el tema. Cada tanto la conversación evadía la inminente maternidad (suya y la mía cotidiana) pasamos por recordar a los viejos amigos a los no tan viejos, a los desaparecidos y por supuesto a los que por suerte desaparecieron, pero igual nos preguntamos dónde estarán.

Así que luego de charlar y tomar un sano yogurt, R. se fue a su casa, la próxima visita con seguridad será para conocer a A.

A todo esto en mi mente quedaron revueltos unos cuantos nombres de aquellos desaparecidos de mi vida y de los que nunca más supe, no me lo van a creer pero gracias al google, he encontrado a dos de ellos. En los pocos minutos que me queda en pie voy a ver qué averiguo, si vale la pena, mañana lo cuento.

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